Enséñame el placer
Como si fuera poco, después de haber dejado pasar un tiempo, regresé a estudiar a la Universidad. Entré de Oyente al pre de Sistemas, debido a que el Pre de Electrónica si lo había aprobado. En otras palabras, quería ponerme al día. La gente que pasaba ahí era considerada Nerds. Yo tuve una amiga, Rosa, pertenecía a una religión extraña. En alguna ocasión me enseña de lejos a su «hermano espiritual» quien era uno de los Nerds, jaja es una forma de decirlo. Bueno, en ese entonces, yo ni interesada en nadie, ya tenía mucho en que pensar que no quería complicarme la vida. Total Ros, casi nunca puede comprar o invitarnos, así que no importaba. En fin, comiendo aquel helado, venía por las escaleras aquel chico Nerds, y Ros lo saluda, y él viene a su encuentro, en ese momento Ros me indica: Te presentaré a mi hermano.
Y es que, comer pollas requiere de técnica, pero también de comunicación. Cada chico tiene una sensibilidad y una erótica distinta. El ridículo se puede superar mientras que el miedo a un intento de mutilación genital se instala en gónadas y huesos. Contemplarla descargar, la corrida, es brutal. O sentirla dentro de mi boca. Depende de la persona, la relación y el momento.